Excursionistas, deteneos, recordadlos con orgullo

Excursionistas, deteneos, recordadlos con orgullo
Excursionistas, deteneos, recordadlos con orgullo

Excursionistas, deteneos, recordadlos con orgullo

Nuestra memoria también es para quienes lucharon contra el fascismo en nuestro país, sin más motivo que la solidaridad internacional

Por Fran y Ana / Círculo Podemos Estocolmo

Nada menos que 500 fueron los voluntarios suecos que acudieron a la llamada desesperada del gobierno republicano ante el asedio fascista en el 36. Enrolados en las Brigadas Internacionales, representaron un ejemplo de internacionalismo y abnegación que aun hoy se recuerda en Suecia.

Porque este cuerpo de voluntarios aun sigue significando mucho, más allá de los símbolos. La victoria que a veces esconde una derrota. La integridad del personaje de Hemingway, Robert Jordan, profesor que abandona su vida plácida de profesor en Montana para combatir como dinamitero en la sierra de Madrid. La unión por abajo cuando las élites nos abandonaron, cuando Francia y Gran Bretaña renunciaron a intervenir y de Rusia no venía apenas nada. La solidaridad, al fin y al cabo.

Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios extranjeros de más de cincuenta países que participaron en la Guerra Civil Española junto al ejército de la Segunda República, enfrentándose al bando sublevado contra el gobierno surgido de las elecciones de 1936. Según los datos de los estudios realizados en Estados Unidos por el Batallón Abraham Lincoln y por el historiador Andreu Castells, llegaron a participar en total 59.380 brigadistas extranjeros, de los cuales murieron más de 15.000. Al mismo tiempo, los internacionales no sobrepasaron el número de 20.000 hombres presentes en los frentes en cada periodo de la guerra. Aproximadamente, unos 3.000 voluntarios lucharon en otras fuerzas republicanas durante el conflicto. Además, alrededor de 10.000 extranjeros participaron en tareas de medicina, enfermería e ingeniería.

Las Brigadas Internacionales incluyeron a 9.000 franceses, de los cuales 1,000 fueron asesinados; 5,000 alemanes y austriacos de los cuales murieron 2.000, y alrededor de 3,000 polacos. El siguiente número más alto fue el proveniente de Italia con 3.350 hombres. A continuación, Estados Unidos (2.800 hombres con 900 muertos) y Gran Bretaña (2.000 con 500 muertos). También participaron 1.500 checos; 1.500 yugoslavos; 1.500 canadienses; 1.000 húngaros y 1.000 escandinavos, aproximadamente la mitad de los cuales eran suecos. El resto provino de un «reclamo» de 53 países. Setenta y seis suizos fueron asesinados y 90 mexicanos lucharon. Se ha estimado que entre 3.000 a 10.000 de los voluntarios eran judíos. Cerca de 200 voluntarios eran de Palestina (de origen judío y árabe).

Cada 1 de mayo, antes de la marcha por el Día del Trabajo, se celebra en Estocolmo un homenaje a estos brigadistas. Es un acto muy emocionante que desde Podemos Estocolmo recomendamos si tenéis la oportunidad de acudir a Suecia en estas fechas. Merece la pena acercarse y confraternizar. Cantar juntos e imaginar que muchos de los asistentes quizás sean los nietos y nietas de aquellos 500 héroes que lo dejaron todo, quizás hasta su vida, para evitar que el monstruo del fascismo pisara nuestro país. Revivir una alianza entre dos pueblos como el español y el sueco que, pese a no tener vínculos especialmente fuertes, establecieron una conexión que aun perdura en el tiempo.

El encuentro anual tiene lugar alrededor de «La Mano», un monumento extraordinario desde el que se vela la memoria de los combatientes. Se encuentra en un enclave bastante céntrico: Katarinavägen, en la isla de Södermalm, en el centro de Estocolmo. Éste fue diseñado por el escultor sueco Liss Eriksson, y llevado a cabo por él y por el también artista Göran Lange que terminaron la obra en 1977. Lange también creó un mapa de piedra de España en el suelo justo al lado de la estatua donde están grabadas las principales batallas donde los brigadistas suecos lucharon. El grabado del pedestal, en forma de una mano levantada, dice: De los 500 suecos que entre 1936 y 1938 lucharon por la democracia en España, un tercio fueron asesinados. Dieron lo mejor de sí mismos en Madrid, Jarama, Guadalajara, Brunete, Teruel, Aragón, Ebro. Excursionistas, deteneos, recordadlos con orgullo.


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