Un espacio nuestro

Un espacio nuestro

Un espacio nuestro

El próximo día 8 de marzo inauguraremos el espacio de confianza “Mujeres Exterior”.

Abrirá oficialmente sus puertas a aquellas compañeras que quieran formar parte, teniendo como requisitos principales el hecho de ser mujer y de residir en el extranjero.

Por el Área de Mujer Migrante e Igualdad de Género

Si entendemos que no todas las personas percibimos las cosas de igual modo, que imponer nuestra razón sobre las emociones de las demás, por muy pertinente que la creamos, es contraproducente, entonces seremos capaces de lograr distintos espacios desde los que trabajar por la igualdad.

Se trata de un espacio seguro, sororo y no mixto, cuyo objetivo es el encuentro y la puesta en común de historias, donde se encuentren soporte y soluciones a los desafíos que conlleva comenzar o desarrollar una nueva vida como migrante fuera de la realidad y costumbre a la que estamos habituadas; y agravándose por el hecho condicionante de ser mujer.

 

 

La igualdad es a lo que aspiramos, pero no nuestro punto de partida. El feminismo es el proyecto que llevamos a cabo para lograrlo, es el trabajo que hacemos, es, por tanto, la lucha por la igualdad. No siendo nuestro punto de partida, es fundamental ser consciente que, a veces, el feminismo es más como queremos actuar que como actuamos, como queremos pensar que como pensamos. Por esta razón, el feminismo es transformarnos, los y las feministas también.

Con la creación de este espacio pretendemos formar una red de empoderamiento en el que las mujeres observemos que nuestros problemas ni son pequeños, ni son únicos, y tenemos que tomar conciencia de nuestras necesidades, dotándonos de las herramientas de cambio al alcance de la mano para acusarlo y enfrentarlo. Además, nos permitirá crear un mapa de los principales problemas de las mujeres migrantes agrupándolos para buscar concienciación colectiva, alerta social y propuestas para buscar soluciones a nivel político.

Pero para conseguir nuestro doble objetivo, es fundamental que las mujeres sientan la confianza de estar entre iguales, entre amigas, a pesar del desconocimiento físico que provoca la distancia, que se sientan cómodas a la hora de compartir su historia y, sobre todo, no amenazas ante el juicio de la relevancia y dimensión del problema, sin pecar de “ser exageradas” o “avergonzadas, no será que me lo he buscado yo”

Nuestra conducta en los distintos espacios de la vida social está indefectiblemente condicionada por el sistema de relaciones dominante. Este hecho hace que la toma de perspectiva sea más compleja y que el acervo cultural se imponga, en ocasiones, sobre nuestras intenciones. Por este motivo, nuestras acciones, palabras o, incluso, el simple hecho de compartir estos espacios, pueden tener un impacto de cariz tradicional en compañeros y compañeras, que escapa a nuestra voluntad.

Además, en base a la experiencia compartida, esperamos que salgan medidas que permitan fortalecer el enfoque de género, de forma que, a través de la canalización de lo aprendido en conjunto, cada compañera sea capaz de potenciar la conciencia sobre las dinámicas de género en las que estamos envueltxs, se generen transformaciones y se profundicen las relaciones y el apoyo mutuo al interior de los Círculos en el Exterior.

Ni se es feminista por decir «soy feminista» ni se transmite seguridad a nadie por decir «yo no tengo actitudes machistas». La incapacidad de comprensión de la incomodidad de otras personas no puede significar la exigencia de justificaciones ni de su anulación. El feminismo afronta estas dificultades con la inteligencia de sus acciones, imaginando espacios diferentes para situaciones desiguales, entendiendo que todos y todas sumamos más si nos organizamos mejor.

* Gracias al compAñero que en cursiva comparte su comprensión de la necesidad, en ocasiones, de espacios no mixtos para construir igualdad


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