Consumo sin consumismo 

Consumo sin consumismo 
Consumo sin consumismo 

Consumo sin consumismo 

por Marisol Guijarro 

Nota: Definición de consumismo : Tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios.

Un día consumista:

Suena el despertador y me cuesta levantarme. Menos mal que es viernes. Enciendo el móvil para ver qué tiempo va a hacer y me salta un anuncio de Blackfriday y pienso en los regalos de Navidad. Pincho impulsivamente y veo algunas ofertas interesantes. Tal vez un móvil nuevo para mi padre y un libro para mi hermano. No compro ninguno pero termino encargando un menú para comer al medio día, pues no tengo tiempo para cocinar y seguro que tengo lío de trabajo. Dejo correr el agua de la ducha mientras decido que ropa me voy a poner hoy, me gusta el agua bien caliente. Se me echa el tiempo encima y me voy sin desayunar. Agarro las llaves del coche pensando en tomar un café para llevar con algo de comer en la gasolinera cuando vaya a repostar, pues tengo el deposito del coche casi vacío. Cuando llego a la oficina me paso la mañana frente al ordenador y justo cuando me empieza a rugir de hambre el estómago llega mi almuerzo, menos mal que lo pedí. Mientras como en la mesa, leo las noticias en el móvil y recuerdo que tengo cena con un amigo, y se me ocurre que puedo llevar un detalle. Encargo una botella de vino australiano y me garantizan que llega a la oficina antes de que termine la jornada, así que perfecto. Después del trabajo tengo un par de horas antes de la cena, pero encargo el vino por envío rápido porque hoy tengo cita con el fisioterapeuta. Tengo la espalda fatal de estar todo el día en el ordenador. A pesar del atasco llego a tiempo a la cena y pedimos unas pizzas. Mi amiga es genial, nos hinchamos a reír con el videojuego que tiene y la próxima vez que quedemos estrenaremos uno de los nuevos, pues se ha comprado varios que estaban en oferta. Oferta! Cuando llegue a casa tendré que comprar los regalos que vi esta mañana que estaban a buen precio, antes de que se acabe el Blackfriday.

¿Puedo tener un mismo día común sin compras extras y con un consumo responsable?

Día de consumo responsable:

Suena el despertador y me cuesta levantarme, menos mal que es viernes. Me levanto 15 minutos antes de lo habitual para que me de tiempo a desayunar en casa.  Enciendo el móvil para ver qué tiempo va a hacer y me salta un anuncio de Blackfriday y pienso en los regalos de Navidad. Pincho impulsivamente y veo algunas ofertas interesantes, tal vez un móvil nuevo para mi padre y un libro para mi hermano. Tendré que consultar si les interesa y en todo caso mirar algo en la tienda de comercio justo o la librería de toda la vida que seguro me aconsejan bien sobre el libro que le puede gustar, es cliente habitual y saben sus gustos. También he escuchado de un Fairphone, un móvil que intenta tener una producción justa…tengo que echar un vistazo en otro momento. Quiero evitar comprar online pues al final hay mucha basura con el embalaje y también más contaminación que se genera con el transporte. Hoy hace sol así que me voy en bici como me había propuesto los viernes. Pongo la cafetera en marcha y las tostadas en el tostador. Me pego una ducha rápida y cuando salgo el café y el pan están listos. Un buen desayuno que me dará energía para el trayecto al trabajo. En la mochila llevo el termo por si necesito un segundo café, así no se gastan tantos vasos desechables. Se me echa el tiempo encima y a pesar de no coger el coche no llego mucho más tarde.  Me he librado del atasco. Cuando llego a la oficina me paso la mañana frente al ordenador y cuando empieza a rugir de hambre el estómago echo la mano a la mochila y saco mi fiambrera dónde tengo mi sándwich de almuerzo. Menos mal que lo preparé anoche con los ingredientes ecológicos que me gustan. A saber la de conservantes y azúcares, y otros ingredientes poco aconsejables que tienen los sándwich de la máquina expendedora de la empresa. Mientras como en la mesa, leo las noticias en el móvil y recuerdo que tengo cena con una amiga, y se me ocurre que puedo llevar un detalle. Busco en el móvil una tienda de camino para acercarme cuando termine la jornada. Después del trabajo tengo un par de horas antes de la cena, así que cogí cita con el fisioterapeuta. Tengo la espalda fatal de estar todo el día en el ordenador, aunque hoy la verdad que no me molesta tanto. Va a ser que usar la bici como me aconsejó el médico, ayuda. Llego un poco más tarde a la cena, pero como sabía que mi amiga no tenía nada preparado para la cena, he comprado unas empanadas veganas en la tienda de productos ecológicos que están riquísimos. Como llevaba la fiambrera, no ha hecho falta bolsa ni nada.  Nos hinchamos a reír jugando a un videojuego que tiene y la próxima vez que quedemos estrenaremos uno de los nuevos, pues se ha comprado varios que estaban en oferta. ¡Oferta! Paso. Le digo a mi amiga que yo otro año que no aprovecho el Blackfriday y me ahorro el 100%. 

Mi amiga se extraña con mis ideas y mis nuevos hábitos.

Ella me dice que si soy consciente de que el 70% de las emisiones provienen de 100 empresas. Yo le digo que procuraré conscientemente dejar de consumir productos de dichas empresas multinacionales y apoyar el comercio local todo lo posible. Pues sé que yo no puedo cambiar el mundo, pero como parte del mundo me puedo cambiar a mí, y por tanto a una pequeña parte de ese mundo. Mi amiga me responde que está bien pero que ese problema es colectivo y del capitalismo y no hay solución si no hay medidas políticas que den soluciones globales.

En un viernes normal nos habríamos emborrachado y jugado toda la noche con los videojuegos…pero este Blackfriday nos tiramos el resto de la noche discutiendo cómo cambiar y mejorar el mundo, y terminamos poniendo una caja en el portal con todas las cosas que pensamos útiles que no usaba, para regalar a los transeúntes.

Todas las acciones cuentan.  

Texto que apoya al #DíaDeNoComprarNada. 

No al consumismo.


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